martes, 12 de diciembre de 2006

Ángeles en el equipo


Dedicado a: Tío Pablo, Marco, Fernando, Ricardo, Beto, Gibrán, Rogelio, Teca, Bonch, Guto y todos los chiva de corazón.
Siempre he pensado que Dios no juega en los deportes, ¿Cómo decidirá si uno lo merece o si el otro lo merece? ÉL mismo quisiera desaparecer para no tomar la decisión... Pero no pienso lo mismo de los ángeles, esos seres que no son Dios pero tampoco son humanos, de ellos, de ellos si desconfío.
Bofo y su madre, Oswaldo y su padre, Masa y su hija. ¿Se puede creer que es mera casualidad?
Cuando terminó el primer tiempo pensábamos que todo se quedaba en el infierno, que el maldito diablo le cortaba las alas a los ángeles... pero los humanos no somos tan poderosos como ellos.
Empezaba el segundo tiempo, centro de Ramón Morales y... Francisco Javier "El Masa" Rodriguez ganaba el balón, estaba decidido a rematar con toda su furia... pero falló. La pelota pegó en su hombro, creó una parábola perfecta y se hizo inalcanzable para el brinco y estirada de Hernán Cristante. Nadie sabía que sucedería...
Pasaron los minutos, el diablo enfriaba con su fuego y las chivas empujaban con su historia.
Bautista manda largo, Medina retiene la pelota y espera la llegada del bofo, golpe de izquierda cruzado, Cristante se lanza pero es imposible, no se puede contra los ángeles.
Las chivas ganaban 2 - 1 robándose la copa del mismísimo infierno, pero no estaban solos.
El diablo y su maldad intentan un último embate, centro desde la derecha va directo a Rosada, Rosada remata a 4 metros del arco pero el balón va directo a donde estaba Oswaldo, casi dirigido especialmente hacia él, ni siquiera nosotros vimos como sucedió pero Sánchez tenía el balón y no nos dio tiempo de sufrirlo.
Termina el partido y medio México celebra, las chivas ganaron en el infierno. El país celebra y el cielo también, después de todo... los ángeles son de Dios.
Rodrigo