lunes, 7 de junio de 2010

Inaugurando Sudáfrica 2010

Comenzaré mi improbable siguimiento total no solo futbolístico sino también espiritual que tiene la Copa del Mundo en los que somos de alguna u otra manera fanáticos del fútbol y que culminamos nuestro fanatismo agradeciendo al tiempo por su paso implacable y que tras más o menos 1460 días nos encontramos; una vez más, con el evento deportivo más importante que nuestros ojos (y almas) admiran.

Cada año la final de la liga de Campeones despierta sentimientos importantes, también el Super Tazón y de igual manera la Serie Mundial, pero; obviamente, nada es comparado con el sentimiento que se vive gracias a un Campeonato del Mundo. De hecho cada una de los eventos antes mencionados son medidos absolutamente con la vara de la Copa del Mundo y quedan ridiculizados ante la talla de lo que significa un mundial (obviamente si cada uno de esos eventos no coronó a la Juventus, a los Delfines de Miami o a los Atléticos de Oakland, pero; seamos sinceros, muy probablemente no haya sucedido).


Y nos encontramos aquí; otra vez, ante la cita esperada por cuatro años (no, no estoy exagerando) y en esta víspera quiero que vayas un poco atrás, que recuerdes tus mundiales, tus inauguraciones, tus eliminaciones de México, tus finales y sepas que los momentos que tienen a la Copa del Mundo como marco, sencillamente son inolvidables.


El primer mundial que recuerdo fue el de Estados Unidos 1994. Es verdad, no viví una víspera mundialista, de hecho, el mundial me cayó de sorpresa, tengo recuerdos de que estaba en una fiesta a medio día, obviamente un viernes, baño de piscina, recuerdo un jardín muy grande donde jugábamos al fútbol, mientras Alemania y Bolivia inauguraban la Copa del Mundo en el país vecino. Recuerdo que el marcador terminó 1-0 en favor de los alemanes, más nada, si acaso tomaba coca cola en los vasitos de cristal que tenían a la mascota del Mundial. Ese es mi primer momento con la Copa del Mundo. Días más tarde; sin saberlo iba a vivir de cerca lo que es un Mundial. El México - Irlanda en Miami es un recuerdo que obviamente todavía conservo, aunque tuviera apenas 7 años. No he vuelto a un mundial, pero si recuerdo muy bien que durante esos días fui un niño muy feliz, a decir verdad, no entendía por que había tanta gente, por que todo el mundo platicaba con todo el mundo, solo recuerdo que no hubo un momento malo en ese viaje, fue simplemente increíble. Muchos más recuerdos tengo de ese mundial, pero avancemos.


El mundial de Francia 1998 lo viví con cada una de sus sensaciones, dese un Boicot al Tri de Bora, que renuciaría para dejárselo a Manuel Lapuente, hasta la lesión de Del piero en la final de la Champions que le impedía llegar pleno al mundial, pasando por la novia de Ronaldo, hasta llegar al partido inaugural. Sentado en el Colegio Montejo con mi uniforme blanco y bermuda de mezclilla, pero en la mochila llevaba la playera de Brasil que me regaló mi tío Pablo días antes del Mundial. El partido era Escocia - Brasil y los entonces Tetracampeones del mundo arrancaban con el pié derecho aquel mundial en Francia. La fase de grupos para el tri ha sido sin duda la más emocionante que he vivido. Las dos remontadas heróicas contra Bélgica y Holanda son momentos que sencillamente no voy a olvidar, recuerdo como todos los compañeros de salón brincamos a la piscina con toda nuestra ropa después del gol de Luis Hernandez, son momentos que no se olvidan.


La inauguración del 2002 fue diferente de hecho, recuerdo poco de ella ya que de hecho, no la vi. Ese día tenía cita en el consulado para sacar mi Visa Americana (Gracias gringos) y mi papá y yo nos la pasamos todo el partido inaugural haciendo los trámites para mi dichosa visa, recuerdo que era un día de clases normal en el CUM y supe que toda la secundaria vio el gol de Diouf en la cafetería, pero no fue mi caso. Cuando salimos del consulado, fuimos a desayunar al Smoking y ahí nos enteramos de la noticia que sorprendió al mundo. Senegal había vencido al Campeón del Mundo (Francia) en el partido inaugural. Iba a ser un mundial de sopresas, de grandes sorpresas.

El 2006 sucedió en mi último año en la preparatoria, empezaban los exámenes finales y ese día yo tenía cita con el doctor, esta vez era para saber de una vez por todas que hacía que caminara de alguna manera chueco, saliendo del consultorio del tío Bonch corrimos hacia Segafredo para terminar de ver como Alemania vencía 4-1 a Costa Rica con dos golazos que recuerdo perfectamente. Uno de Frings y otro de Lahm.

2010. Esta vez es diferente, la selección inaugura la Copa del Mundo aunque esta vez no como país anfitrión. Faltan muy pocos días y ya hay manera de que de cada tres pensamientos uno este relacionado con la Copa del Mundo. Los examenes empiezan a tornarse dificil, ya que es imposible concentrarse de tanta emoción contenida, que el 11 de junio a las 9:00 encontrará; por fin, un lugar para ser liberada. Comprometiéndome a cubrir por primera vez la Copa del mundo desde mi humilde espacio virutal, les envío saludos mundialistas. Viva México.