martes, 13 de noviembre de 2007

Tiempo De Definición


De pronto pasaron 17 jornadas del fútbol nacional y ahora llega el momento esperado por los aficionados. Después de 17 partidos en el que todos se vieron las caras unos a otros aun no estamos convencidos del nivel de nuestros equipos, todavía dudamos que el Santos es el mejor equipo. Así hemos sido educados, nos gustan las emociones fuertes y las definiciones muchas veces injustas. Lo hecho por el equipo de La Laguna a pocos nos interesa y lo hecho al cabo de 17 partidos, al cabo de 1530 minutos quedó atrás. La liguilla está cerca y el campeón está por ser coronado.
Todos hemos pensado que muchas veces la liguilla es injusta pero no podemos mentir, los partidos a visita recíproca, los famosos partidos de ida y vuelta nos emocionan tanto que olvidamos lo caprichoso que puede ser este sistema de juego y a falta de tradición copera en nuestra sangre, nos hemos mal acostumbrado (desde mi punto de vista) a vivir de las emociones del playoff, de la liguilla, de la eliminatoria directa o como guste llamarle. El caso es que este es el momento en que los chivas salen de las alcantarillas, en que descubres algun americanista en tus amigos y algún cruz azulino en tu familia, en que un supuesto puma de corazón te pregunta como estuvo el partido y el momento en que verás en la calle algún santista o algún atlantista de toda la vida.
Yo en lo personal estoy totalmente en desacuerdo con este sistema de juego pero no puedo mentir, me encantaría un mano a mano con las chivas, una revancha con el cruz azul, callarle la boca al santos, humillar a los pumas y golear a las “aguilitas” porque no estamos acostumbrados a un esfuerzo prolongado, no creemos posible que se juegue con alta intensidad por 17 partidos entonces nos refugiamos en la pasión que despiertan los cuartos de final, las semis y la gran final. No se cuantos de ustedes hayan visto el partido Pachuca - Pumas y habrán visto lo que se puso sobre el terreno de juego, las barridas y el despliegue físico de los jugadores rayaban en lo impresionante. La razón era que ambos querían clasificar directo a la liguilla y evitar el repechaje. Entonces ¿pueden imaginar que esto se de semana a semana en la liga?. Imaginense que el San Luis se hubiese matado por vencer al Santos para quitarle el gusto de que fuesen campeones a costa de ellos, y así los rivales anteriores del Santos, imaginen que el América tenga que salir a ganar en la cancha de Ciudad Universitaria porque un empate los alejaría de la cima y por lo tanto del título. Imaginen un clásico “Tapatío” en el que el Atlas se mate por vencer a chivas y por alejar a su odiado rival del campeonato para no conformarse con un empate que les “sirve” a los dos. O imaginemos que la derrota de Chivas contra el América hubiese significado la diferencia entre el Santos y las propias Chivas ¿Cómo se sentirían los fanáticos del América?
No se si estoy en lo correcto, pero una liga de 18 equipos en la que 10 “califican”; al menos para el repechaje, tiene mucho al conformismo y por lo tanto a la mediocridad. Cosa que al final olvidamos porque en la liguilla se juega a muerte pero el gozo dura muy poco y el problema es que nos conformamos. Yo soy un detractor de la liguilla porque se que una liga puede levantar pasiones, jornada tras jornada y lo he vivido. Para los que piensen que no se acercaría a la pasión que se vive en la liguilla es porque estamos acostumbrados al pobre nivel que nos entregan en las jornadas de la liga. Yo estoy convencido que una liga nacional la debe ganar el que más puntos haga y las eliminatorias directas déjenlas para la Libertadores y si quieren la Sudamericana. Las mejores ligas del mundo no pueden estar equivocadas.