martes, 2 de febrero de 2010

XLIV


Cada que se acerca esta fecha, no puedo dejar de emocionarme. De nuevo empapados por el agringamiento más que evidente de nuestra cultura, volvemos a voltear a ver al país del norte, porque sabemos que el evento más importante del imperio norteamericano, su obra maestra de entretenimiento, una vez más, está a punto de sacudir; otra vez, al mundo.

* En la mañana después del Super Bowl, 6% de los estadounidenses se reportan enfermos en sus trabajos.
* Esa misma mañana, la venta de antiácidos aumenta un 20%.
* Durante el Super Bowl, se consumen 14,500 toneladas de tostadas.
* 9 de los 10 programas más vistos en la historia de la televisión norteamericana, han sido Super Bowls.
* El día del Super Bowl tiene el índice de más accidentes relacionados con el alcohol; solo superado por el día de San Patricio.
* Sólo el 5% de los estadounidenses miran el super bowl en soledad.

Si eres norteamericano; aparentemente, el Super Bowl per se (?) es una razón suficiente para montar una fiesta más que interesante.
Pero... ¿por qué me anime a escribir del Super Bowl otra vez?

Suelo ser el clásico que odia a todos los grandes de su deporte, tanto equipo como jugadores. Zidane (por su traición a la juve) siempre me cayó mal, Cristiano Ronaldo siempre me ha parecido demasiado arrogante, Kobe Bryant es muy personalista, los Yankees sólo ganan por su dinero, el Real Madrid me da flojera, las Chivas son de los 60's, los Vaqueros son el equipo de los villamelones, los Lakers la misma historia, siempre, siempre, siempre le encuentro un pretexto suficiente para que me caigan mal y que por consiguiente festeje sus derrotas.

Hasta hace dos temporadas me pasaba lo mismo con un tal Peyton Williams Manning, a quien siempre considere un QB miedoso, lento, poco atlético e inclusive sobrevalorado. Todavía recuerdo como deposité; estúpidamente, mis esperanzas en Rex Grossman en el Super Bowl XLI, obviamente Peyton hizo su trabajo y su equipo; los Potros de Indianápolis, ganaron el segundo campeonato para la franquicia. A tres años de distancia de ese partido, Peyton no solo ha venido cosechando más y más victorias, ha logrado que a sus 33 años de edad ya sea considerado el mejor mariscal de campo de todos los tiempos. ¿Pero, qué le falta a este coloso para callar a los que dicen que no está a la altura de los más grandes?

Obviamente la respuesta es otro Super Bowl. Peyton Manning ya se convirtió en el mariscal de campo de la década con un campeonato ganado, superando a uno que lo ganó tres veces en esta misma década (Tom Brady). Por eso, este domingo será la historia vs Peyton Manning aunque no estoy tan seguro de esa aseveración, más bien creo que será la historia y Peyton Manning vs los Santos de Nueva Orleans.

Hermano deportista, no se lo que signifiquen para ti las 17 semanas de la temporada regular, no se que pienses de la semana de los comodines, no se si veas los partidos divisionales, ni tampoco se que opines de las finales de campeonato, pero de una cosa estoy seguro. Cada año estás pendiente de quien es el afortunado ganador del trofeo Vince Lombardi, solo que en este año para mi será diferente, el ganador no será afortunado, simplemente será un tocado por el destino, para ser consagrado de una vez por todas, como el mejor jugador en la historia de su deporte, y eso, tenemos que verlo.

La cita la conoces, domingo 7 de febrero a las 5.20pm. El momento en el que los norteamericanos le dan una probadita al mundo, de lo poco que les importa las costumbres del resto del planeta, ellos montan su obra y el mundo atónito se rinde a sus pies, como cada año.

Esta vez, no está Rex Grossman, esta vez no es un equipo sin personalidad, esta vez es un equipo con un gran mariscal, una poderosísima ofensiva y mucha pero mucha ambición. Pero... I Won't Get Fooled Again.