lunes, 22 de enero de 2007

Merengue Blue


En la temporada 2003-2004 el último equipo inglés en ser eliminado de la Liga de Campeones fue el no desconocido pero si poco reconocido Chelsea FC. Para ese entonces el entrenador del Chelsea era Claudio Ranieri y los jugadores que alinearon aquel 5 de mayo de 2004 en la cancha de Stamford Bridge, hoy por hoy muchos son desconocidos para los "fanáticos" de este club alrededor del mundo. ¿Historia lejana?, no realmente pero así lo pareciera.

Cudicini, Melchiot, Gallas, Terry, Bridge, Gronkjaer, Lampard, Geremi, Joe Cole, Gudjohnsen y Hasselbaink.

De estos 11 jugadores, apenas 2 de ellos son indiscutibles en el Chelsea y tan solo 4 pertenecen todavía al club que juega en el pequeño distrito de Chelsea, cercano a Hammersmith y Fulham. Ranieri fue despedido después de haber llevado al Chelsea apenas a su segunda semifinal en Champions League y fue reemplazado por Jose Mario Mourinho; campeón de la Champions ese mismo año.

El propietario del club; Roman Abramovich, decidió que no había gastado lo suficiente por lo que en ese verano gastaría millones de libras esterlinas con el fin de conseguir el segundo título en la historia del Chelsea justamente en el año de su centenario; algo así como el Pachuca en México.

El Chelsea fue campeón de la Premier League en la temporada 2004-2005 y 2005-2006 pero todo indicaba que a Abramovich no le bastaba con el bicampeonato, quería ganar a toda costa el título continental, y fue aquí donde cometió su mayor pecado.

Vendió a Crespo, Gudjohnsen, Duff, Gallas; jugadores profundamente identificados con el color azul y a cambio de ellos adquirió por muchos millones a Ashley Cole, Andriy Shevchenko y Michael Ballack, cualquiera diría que fue un gran negocio... no fue así.

A Abramovich se le olvidó por qué ganaron el bicampeonato, se le olvidó que la Champions no se gana con dinero y se le olvidó que el fútbol no se gana con los nombres sino con orgullo y un par de innombrables. Hoy por hoy, el Chelsea es un equipo sin corazón.

En esta temporada el Manchester United se ha mantenido en el primer lugar durante casi todo el tiempo y con un equipo que en todas sus líneas es mucho más barato que su rival azul.

El Chelsea ha ganado en afición, respeto internacional y títulos locales pero realmente no han conseguido el principal objetivo para el que este equipo fue creado y a como están jugando ahora, el sueño de levantar "la orejona" en Atenas se ve más lejos que el mismísimo Olimpo.

Porque en la Champions con el Chelsea. Ni Cech ha logrado más que Cudicini, ni Carvalho que Gallas, ni Robben que Duff, ni Shevchenko que Gudjohnsen, ni Drogba que Crespo, ni Mourinho que Ranieri.

Un nuevo imperio galáctico; ahora vestido de azul, empieza a desmoronarse. Tal pareciera que este magnate del petróleo no se ha enterado que el Real Madrid está cerca de su cuarto año sin título gracias a esta filosofía que solo ha servido para hacernos felices a los Anti-madridistas y tal parece que sucederá lo mismo con el creciente Anti-Chelseasmo o como se llame. Lo que sucedió en Anfield fue mucho más que una simple derrota.