sábado, 8 de enero de 2011

Bob Dylan Es Todo


El siguiente artículo lo leí en febrero de 2008 en una revista de Monterrey que se llama La Rocka, el artículo lo escribió Chava Flowers y lo transcribo exactamente por dos cosas. La primera es porque me parece espectacular y la segunda es para asegurar su permanencia, ya que presiento que algún día perderé la revista. Bueno, aquí lo tienen.

El mayor poeta del rock and roll, copiado, imitado e idolatrado, de Jim Morrison a Iggy Pop, de Bunbury a Andrés Calamaro... Algunos lo aceptan, otros lo niegan como lo hizo Pedro con Jesús; él mismo se ha negado y abdicado de su naturaleza judía para entrar en el cristianismo, tiempo en el que se dio cuenta que no era su camino, regresando arrepentido (o eso creemos) al judaísmo.

Algunos lo consideran incongruente, pues cuando mejor pintaba como líder del movimiento folk de los 60, le dio en su cara a sus seguidores grabando un disco mitad acústico, mitad eléctrico, cuando sonreía nervioso mientras alguien le gritaba traidor y Judas...

Ese mismo que fue congruente al decir que los tiempos están cambiando, tratando de cambiar la música contemporánea (y la cambió) y el mundo con su verdad, una verdad que duele, porque simplemente es verdad.

Aquel que admiró al ídolo más subterráneo de todos los ídolos; Woody Guthrie, a quien dedicó una canción, por lo que se le considera que es el primer tributo de la historia del rock (algo tan de moda en nuestro presente)...

El que se clavó a aprender en unos cuantos meses todo lo que no sabía, estudiando de Guthrie, Robert Johnson, Blind Willie McTell, Charlie Patton, Hank Williams, Ramblin' Joe Elliot, etcétera. ¿Cuántos conocen la obra de estos maestros?

Dylan fue el primero en denunciar ante grandes masas las injusticias de los sistemas, el que se dice apadrinó a The Beatles en su primer churro de mota, el que ha sido alabado y maldecido... El parteaguas del rock and roll, ese estilo musical y forma de vida que nos hace tan felices, y que no sería nada sin la aportación inconmesurable de ese adolescente que a los 21 años cantó "¿cuántos caminos debe un hombre cruzar antes de que pueda ser llamado hombre?", ese mismo que años después decía que sería siempre joven, el mismo que instaba a todo el mundo a renunciar a nuestras licencias para matar o que instaba a una mujer a pertenecerle emocionalmente antes que sexualmente.

El mismo que estuvo a punto de morir y que algunos críticos consideraron como acabado, para después grabar tres de sus más grandes discos, el mismo que llamó a su último trabajo Tiempos Modernos, cuando no tenía absolutamente nada de moderno, a excepción de la intemporalidad de sus letras...

El mismo que una vez respondió a la pregunta de un reportero "yo no canto bonito, ni tengo buena voz y además no quiero", y que sarcásticamente a otra pregunta sobre la irritabilidad que causaban sus canciones a la gente, respondió "y a ti quién te dijo que yo quiero que a la gente le gusten mis canciones...".

Sí, ese mismo al que le podemos dedicar líneas y libros completos y del que nunca nos pondremos de acuerdo, ese mismo del cual dijo Eddie Vedder: "él es la religión para mí".

El mismo que influenció todo, aunque muchos no quieran comprender -o tal vez no puedan- la magnitud de su obra, que es como el trueno que estremece todo, pero del cual no se conoce el alcance que tuvo realmente...

El rock and roll y la música pop eran un par de individuos carentes de imaginación y recursos, gastados, manoseados por las grandes disqueras. Él llegó a manosear la imaginación y darle en la madre a las disqueras haciendo lo que quiso. La rebeldía máxima no se logró en el punk, ni la estridencia y poder en el metal, la blasfemia y la voz de ultratumba no los alcanzaron por primera vez los darketos y blackers, el ritmo de un tractor endiablado no fue una obra del grunge, y el dulce ambiente acústico lleno de belleza simple no fue obra de cantantes femeninas anoréxicas...

Del folk al unplugged, del rock and roll al grunge, del country al mismísimo infierno, todo mantiene la esencia de él, todo fue obra de Bob Dylan. Y él estará este 29 de febrero en Monterrey.

Y ¿tú no sabes quién es él, te pasará de noche la visita y el concierto del personaje más grande que ha estado en esta ciudad? Yo creo que si así es, todavía eres una niña...

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