viernes, 23 de febrero de 2007

Y Él Águila No Aprende A Volar

Por: Hernán J. Frías Vidal

Madrid, España, 29 de mayo de 1997. Se disputa en el Santiago Bernabéu el partido homenaje de despedida a Hugo Sánchez. Minuto 85, García Calvo entra para sustituir a “HuGol”, dando así por terminada la carrera del mejor jugador mexicano de todos los tiempos, el Madrid se impone 4-1 al Paris St. Germain con 3 goles del homenajeado (ninguno de penal)… Un año después se despide de la afición mexicana, siendo alineado en un partido contra Paraguay, en el Estadio Azteca, y en cuanto el balón se puso en juego lo tomó con las manos, lo besó en medio de aplausos -"Mi despedida fue simbólica. Era lo más conveniente porque quería que la gente se quedara con la imagen de la despedida que tuve con el Real Madrid. Tampoco quería entorpecer el trabajo de la selección mexicana. Se puede decir que simplemente alineé, porque no jugué. De todas formas el momento resultó inolvidable"-.

Hugo Sánchez Márquez… Pensar en Hugo Sánchez es pensar en el gol, lo que llaman la "salsa del fútbol". Pocas veces un jugador había sido tan temido en el área, porque todo balón que se acercaba a portería tenía muchas posibilidades de ser gol si Hugo estaba cerca. Ya fuera de cabeza, con la pierna, con el muslo o de tijereta, Hugo siempre que tenía un balón favorable no lo desaprovechaba. De ahí su apodo de HuGol. Sin ninguna duda el MÁS GRANDE JUGADOR que jamás ha vestido los colores nacionales, un verdadero ganador innato… Pero con la Selección ni Hugo llegó a ser el HuGol merengue, ni México dejó de ser el México mediocre.
Es doloroso, sí, es difícil de aceptar, también, pero siempre hay una excusa, ESTOY HARTO, HARTO de que siempre nos escondamos tras los mismos pretextos, HARTO de que ni los jugadores ni nosotros mismos seamos capaces de tomar bien los atributos de los que todo macho mexicano se siente orgulloso, y decir: LA CAGAMOS, sí, perdimos porque el otro equipo fue mejor. En vez de eso ¿qué sucede? CASUALIDADES, así es, en nuestros partidos internacionales se hace presente todo tipo de sucesos inesperados… el árbitro se equivoca rotundamente, el tercer o cuarto delantero de un equipo mediano de Europa falla una ocasión clara de Gol, la súper estrella que marcó de 5 a 8 goles en el torneo local falla un penal, el líder de la defensa comete un grave error, uno de los “guerreros” del medio campo se hace expulsar; el DT toma una pésima decisión, o el que más me gusta: “Es que nos ganó un equipo chico porque tuvo una y la metió”.
¿No será que el equipo chico no es aquél que, incapaz de hundir en los tres palos una de las veintitantas que tuvo, se refugia atrás de su “juego bonito”? ¿No será el que emplea el famosísimo “ya merito” cuando se siente incapaz de ganar a los que no se dicen grandes, pero saben que lo son?
El Águila Nacional representa al SOL, irónicamente tan sólo dos veces me he sentido tan siquiera cercano a él, CONFEDERACIONES 1999 y MUNDIAL SUB-17 2006… Muy pocas satisfacciones por cortesía del “GIGANTE DE LA CONCACAFF”, ahora hasta está en duda el serlo. Sin embargo nunca he dejado de ver un solo partido de mi país, jamás he esperado 4 años un Mundial con deseos de ver ganar a Brasil, Argentina o algún europeo. ¿Masoquismo? No, yo lo llamo AMOR, pero éste no debe ser ciego.
Nuestra amada ÁGUILA aún no sabe cómo cruzar los cielos. Volar ha podido, no precisamente por la majestuosidad de nuestro lindo toque sino por los huevos de un grupo de jugadores que algo se querían llevar (con el final cercano de su ciclo); y por la mentalidad de unos jóvenes que pretenden enseñarnos que no sólo se puede, sino que se logra acariciar el SOL.
Es momento de madurar, de retomar nuestros principios y aceptar nuestros frecuentes fracasos; es momento de ir a Sudáfrica pensando, no en el quinto partido, sino en el campeonato. Debemos tomar conciencia de nuestras limitaciones para así explotar nuestras ventajas. Hugo Sánchez fue un magnífico jugador, una mejor persona y un cumplidor de sueños... HUGO SUPO A VOLAR, circunstancias evitaron que triunfara en la Selección, así se debe tomar; aunque bien es cierto que no había grandes talentos a su lado. Ahora los hay y él es el técnico, pero los partidos no se ganan con Márquez, Salcidos u Osorios, mucho menos con Oswaldos; ellos están para evitar perder. Nuestro medio campo es bueno: 2 contenciones experimentados (uno afianzado en Europa), así como un Guardado y un Medina que nos hacen soñar en una vuelta olímpica… La DELANTERA, el PROBLEMA; un Borgetti que ni siquiera confía con verse en Sudáfrica, un Blanco incomprendido, un Bofo que desaparece 3 de 5 partidos, un Kikín que dejó las piernas en la banca del Benfica, un Castillo pretendido por el actual campeón de la EUROCOPA y un Bravo… bueno Bravo.

HUGO, si hubieras nacido la década pasada tal vez viviríamos para ver un Águila instruido en “eso de volar”…

Cancún, Q. Roo, México, 1 de marzo de 1989. Nace Carlos Alberto Vela Garrido.

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